Sin duda el mejor regalo de San Valentín es una cena romántica. Se trata de una ocasión ideal para disfrutar en compañía de la persona amada. Desde luego a la hora de preparar una comida especial como es la cena de San Valentín, tenemos que tener en cuenta los gustos de la pareja.

Buscaremos ligeros y sofisticados,que hagan sentir que se trata de un día especial. Tendremos que tener presentes a los típicos alimentos afrodisíacos como son las ostras, fresas, espárragos, almendras, aguacates, vainilla o canela, apio....

Un coctel previo quedará muy bien, para ir introduciendo el espíritu y el estómago. El antes y el después de la cena acompañan los sentidos y son muy expresivos para la relación.

Y recuerda que no basta con ser bueno, además hay que parecerlo, porque si no se desvirtúa todo, con esto llamo la atención sobre la importancia de la decoración de los platos. La comida estará buena, pero la presentación del debe ser fabulosa.

Cocinar y presentar son dos formas de comunicación, muy importantes por cierto, en este campo se es mucho lo que se parece, porque se juega con sentimientos y con ilusión. Hay que triunfar.

La cena con un buen vino, no es necesario que sea excesivamente caro, hay vinos asequibles que acompañan de maravilla. Y también hay que destacar la importancia de los platos para compartir. Compartir es compartir siempre, y en la pareja se tratad e eso precisamente.

Pero que todo esté a punto para disfrutar plenamente, porque si nos andamos levantando y yendo y viniendo de la y demás se rompe la magia del momento.