Es una pena que las heladas terminen con nuestro jardín, con ingenio y algunos materiales fáciles de encontrar podemos hacer nosotros mismos un invernadero que podamos poner en el lugar que más nos convenga. Sólo nos hace falta un poco de plastico y algunas barras de metal o PVC.
aquí vemos otra forma, incluso más sencilla, sólo cruzar y cubrir con plástico.
Tanto que sufre la ecología con el desperdicio de botellas y plástico en general, aquí se demuestra cómo puede seguir siendo útil tras su uso primero una simple botella de plástico, que también podemos convertir en invernadero y, a la vez que proteje a la planta de los rigores del clina, le deja espacio para respirar.
